31 diciembre 2006

Felicitación. Regala Cheever



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14 diciembre 2006

Regala John Cheever

Angela Vallvey: «Bullet Park, de John Cheever, porque su autor es uno de los grandes narradores del siglo XX, y en esta novela cuenta la historia de los barrios residenciales norteamericanos, donde la clase media pretendió instalar su particular paraíso. Bullet Park es un precedente genial del que seguramente han surgido después American Beauty, Mujeres desesperadas, Magnolia... Cheever es lírico, intenso, mordaz, humorístico, y sus historias divierten en la misma medida que crean desasosiego.».

La Nueva España
14 de diciembre, 2006

en el Savoy o en la calle Cuarenta y Tres

en el Savoy

El señor Bierstubbe metió la mano en el vestido de la señora Zagreb y le desnudó los senos, mientras ella le acariciaba la espalda y le decía: "Pórtate bien, sé juicioso". Sus tetas eran grandes como pavos, relucientes como el mármol y dejaban en sus labios sedientos el sabor suave y variado del aire nocturno. Pero el domingo por la mañana, al despertar, los senos de la señora Zagreb ya no eran un tesoro sino un tormento. Le rodeaban, llenaban el aire de la habitación, le seguían, le tentaban, se agitaban ante su cara. Le siguieron hasta el tren, se sentaron a su lado, le siguieron hasta el club de la calle Cuarenta y Tres y, cuando, se tomó una copa antes de la comida, su deseo de los pechos de la señora Zagreb era casi insoportable.


John Cheever
Diarios, 1963


Foto: mía

12 diciembre 2006

Hoy Frank Sinatra hubiera cumplido 91 años



Frank Sinatra, The Master

03 diciembre 2006

Miguel Ángel Muñoz leyendo a Cheever



Miguel Ángel Muñoz autor de El síndrome Chéjov y fan declarado de Cheever (¿y quién no?) comenzó ayer la ¿titánica? tarea de comentar semanalmente (y por orden, lo que tiene su mérito dado el orden inexistente con que se han publicado) sus relatos. Comienza el regalo con "La historia de Sutton Place":

El relato cronológicamente más antiguo de los incluidos en la famosa recopilación que logró para Cheever el Pulitzer y la fama mundial, comienza, como El nadador, su relato más famoso, con una resaca.
Katherine y Robert Tennyson solían beber con amigos, y a Deborah le permitían ofrecer el salmón ahumado, y la niña había llegado a la conclusión de que los cócteles eran el eje de la vida adulta.
Un domingo de resaca, y una niña que nunca encuentra a sus padres sobrios en su dormitorio. Estamos en la ciudad, Los Tennyson no disponían de sitio para tener niñera en casa, la primera época de Cheever, lejos aún de las urbanizaciones que él inventó, primer gran constructor inmobiliario de la literatura, diseñó barrios y modeló a sus habitantes, colocándolos en los lugares más convenientes de la maqueta para que pudieran hacer explícitas sus miserias, sus miedos, su condición desgraciada.


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Gracias!