03 julio 2006

by Irving

O la irvingiana historia de John Irving rescatando a un John Cheever completamente borracho de los bares de Iowa para llevarlo a hombros noche tras noche hasta su cama (“Cheever era más bajo que yo”, me cuenta Irving, y luego hace con sus manos, delicadamente, el gesto en el aire de alguien quitándole los zapatos al fantasma de su otro maestro).


O la irvingiana historia de John Irving conversando con Cheever, y Cheever con el hijito de Irving sobre sus rodillas, jugando al caballito, cuando Cheever casi provoca la muerte del pequeño cuando éste se atragantó con un maní (Irving lo salvó ipso facto poniendo en práctica su querida maniobra Heimmlich, por supuesto).


La entrevista completa a John Irving por Rodrigo Fresán en Página 12

2 comentarios:

El Miope Muñoz dijo...

A mí "El hotel de New Hampshire" me hace pensar que Cheever aplaudiría orgulloso a su pupilo.

Enrique Ortiz dijo...

cada día me gusta más este blog,qué maravilla