28 febrero 2007

Cheever on Flickr


Reading John Cheever

almar1960



I started reading _Bullet Park_ by John Cheever today. I read it about 15 years ago. I forgot how good it is.

thereeilly



John Cheever novel

diaphragm_o_mightiness



Novel by John Cheever

m4gistrate



My Bathroom Enjoys John Cheever

itsmorninglove





The swimmer

purelook



loho selects john cheever from the stacks

brenius

26 febrero 2007

+ cine: iphone "Hello"



Anuncio del iphone en la gala de los Oscar


la lista de actores: Lucille Ball, Jackie Gleason, Humphrey Bogart, Marlon Brando, Jerry Lewis, Marilyn Monroe, Clark Gable, Peter Sellers, Steve McQueen, Richard Dreyfuss, Burt Reynolds, Betty Rubble, Robert Redford, Michael J. Fox, Harrison Ford, John Cusack, Amelie, Kevin Spacey, William H. Macy, Dustin Hoffman, Will Ferrell, Sarah Jessica Parker, Jeff Bridges, Billy Crystal, Cameron Diaz, Samuel L. Jackson, John Travolta, Robert DeNiro, Ben Stiller, Michael Douglas, Mr. Incredible

ENHORABUENA MARTIN!



23 febrero 2007

"De cine. Memorias de un príncipe de Hollywood" Budd Schulberg

El autor de la maravillosa "El desencantado" nos cuenta de una manera amena y verborreica (732 pág.) el nacimiento de su nación: Hollywood.



(pág. 524)

Una persona que sí tuvo tiempo para mí -al parecer no tenía más que eso-, era un hombre al que muchos consideran el auténtico genio del cine mudo. Sergei Eisenstein. Lo encontré merodeando por el pasillo del segundo piso del edificio principal de la Paramount. Eisenstein había llegado a Hollywood desde Suiza, donde había dado una conferencia sobre cine vanguardista y, tras un alto en Nueva York donde entregó a Adolph Zukor cartas de recomendación de personalidades como H. G. Wells y George Bernard Shaw. Muy educadamente, Zukor había pasado a Eisenstein a Jesse Lasky, quien a su vez se lo pasó a mi padre.

A papá, un liberal en el mundo reaccionario de Mayer y Hearst, le gustó la idea de añadir al gran Eisenstein a la nómina de la Paramount. Mamá, con su socialismo fabiano de Rivington Street, también quedó impresionada por las referencias intelectuales de Eisenstein. De hecho, se erigió en anfitriona del maestro ruso, pues lo consideraba un fichaje cultural a la altura del conde Keyserling y de los demás filósofos internaciones que solían pontificar en su Friday Morning Club.

Sentado en un banco de piedra del jardín de los estudios, Eisenstein me contó que su padre había sido un célebre arquitecto, una profesión que él habría querido seguir. Sin embargo se hizo pintor y escenógrafo, luego director de escena, y más tarde ayudante de los directores de cine rusos que crearon su propia forma de cine social durante los revolucionarios años veinte. Yo escuché atentamente, pues en la cabina de proyección de papá había visto no sólo El acorazado Potemkin, sino también Octubre, grandes películas mudas que introdujeron el montaje como lenguaje, con la intercalación de ricas imágenes que creaban una nueva experiencia cinematográfica.

Había oído la versión de papá de los "fracasos" de Eisenstein en la Paramount. Ahora tomaba notas de la propia fuente. Su primera idea había sido hacer una película sobre una ciudad toda hecha de cristal, en la que todo el mundo pudiera ver la vida privada de todo el mundo. Pero el proyecto había sido abandonado por considerarse poco práctico. "Dios mío, B. P." El gerente de los estudios, el tío Sam, advirtió a papá que "nos costaría un millón de dólares construir esa ciudad, y luego no podríamos utilizarla como plató permanente y amortizar su coste con otras películas, como nuestro trasatlántico, nuestro castillo o nuestra calle de Nueva York."

A continuación, Eisenstein y su equipo habían trabajado con entusiasmo en Sutter's Gold, que papá esperaba que llegara a convertirse en un clásico social como Avaricia o Tiempos modernos. Pero Eisenstein y sus colaboradores eran marxistas convencidos, y su historia de cómo el oro descubierto en el rancho de Sutter destruía a un legítimo pionero era demasiado radical para los capitalistas de Nueva York que tenían la última palabra en las decisiones de los estudios.

Eisenstein elaboraba cada guión con su meticuloso ojo para el detalle visual. Cuando asumió la dirección de Una tragedia humana, analizó la novela con Dreiser. Le había impresionado lo bien que conocía mi padre el libro (pese a sus dos fracasos hablaba bien de mi padre, con una especie de condescendencia indulgente, sorprendido por su cultura, pero no por el hecho de que tuviera que ceder ante los jefes financieros que tenían la sartén por el mango.) Al final la Tragedia también se le escaparía de las manos, y abandonaría nuestros estudios -por desgracia para estos- sin haber hecho ni una sola película.

Retrospectivamente, Eisenstein fue uno de esos directores cuya genialidad no puede adaptarse a ningún sistema social; tan desventurado para el capitalismo de Zukor y Lasky como para el comunismo de Stalin. Y entremedio, poco después de mi entrevista con él, llegó el carísimo fiasco patrocinado por el socialista independiente Upton Sinclair, nada menos; la malograda Thunder over México. Tal vez Eisenstein haya sido para el cine lo que fue Miguel Ángel para la pintura. Pero pese a su gran saber y perspicacia, le faltaron mecenas.


De cine. Memorias de un príncipe de Hollywood
Budd Schulberg

Traducción de J. Martín Lloret
Acantilado
noviembre, 2006






El recital de Evtushenko en la facultad de medicina. Filas de escritorios dispuestas en gradas, el lugar atestado. Yenia viste camisa. La amplitud de sus hombros huesudos, la longitud de sus brazos, el tamaño de sus puños. La nariz afilada, la intensidad implacable de su cara, vistas de su ancha frente, el impacto de verle en su papel. Su cabeza es plana. Recita durante dos horas sin interrupción y recibe un ramo de crisantemos mustios. Me fascina como todos los fenómenos naturales.

El tren de lujo a Leningrado. Medianoche lluviosa. Terciopelo rojo. Por la radio, una soprano canta "Vissi d'arte". Así viajamos, bebiendo vodka en buena compañía. Silbidos del tren, olores a humo de carbón, la tétrica belleza de Leningrado. Vistas del río desde el Palacio de Invierno. Al amanecer atravesamos nuevamente los arrabales de Moscú. Como con el embajador. Un escándalo durante la fiesta de recepción. Cena en la Sovietskaia con los Updike. Entonces me dan un beso y me voy de Rusia sumido en una confusión de sentimientos. El resto de Europa me parece mucho más efectivo y ordenado, pero Rusia se me antoja amable, vasta, patética. Las mujeres de Amsterdam son hermosas; sus tacones golpean el suelo con delicadeza. La mantelería es blanca, pero en cierto sentido prefiero el hotel de Ucrania: lúgubre, incómodo, impregnado de olor a calcetines sucios. Mis recuerdos de Rusia se vuelven borrosos. Trato de recordar el rostro iluminado de Yenia, sus aires. Veo el Muro de Berlín, flores, tumbas. H. habla de los últimos días, las calles incendiadas, los leones sueltos, el mundo que ha superado nuestras pesadillas, nuestro subconsciente. Las ruinas me han parecido horrendas e impresionantes. Volveré a casa el sábado.


John Cheever
Diarios, 1956

Diarios, 1965

Al despertar, pienso: Vendrá la lluvia y después de la lluvia, mi amor. Primero oiré el ruido del agua y después el ruido de sus pasos en el suelo de piedra del pasillo, del vestíbulo. Pero, ¿qué vestíbulo es éste y por qué tiene el suelo de piedra? ¿Me he enredado en torres, zanjas, estupideces y fantasías, son éstas las palabras necias con que defino el amor? Juglares con ropa de fantasía. Truenos, relámpagos, luego la lluvia. Oigo la lluvia y después su voz en la entrada del garaje. Está cansada, no la molesto, pero al acostarme veo a través de la tela transparente del camisón la suave oscuridad de su vello púbico: oloroso, delicado, como una flor.

2 Cheeverianas más



Donde Miguel Ángel Muñoz sigue -imparable- comentando por orden de publicación cuentos de Cheever: "Granjero de verano" y "Oh, ciudad de sueños rotos".

14 febrero 2007

13 febrero 2007

Kinder



Kinder TV Film (1981) Dirigida por Owald Döpke

09 febrero 2007

Cita

En todas partes suceden todo tipo de cosas escandalosas, pero sólo porque les sucedan a personas con jardín no significa que los jardines sean despreciables

08 febrero 2007

Cita

me parece que un oído casi perfecto es tan esencial para un novelista como su riñón, por ejemplo. Es preciso captar acentos, escuchar lo que se dice cuatro mesas más lejos. Esto es escuela literaria elemental en lo que a mi respecta

Bullet Park [Capítulo 1] IV y fin del capítulo


La mesa estaba puesta para doce comensales, con platos de sopa, copas de vino, candeleros y flores de cera.

-Siempre tengo la mesa puesta -dijo la señora Heathcup-. Hace meses que no recibo a nadie, pero mi marido detestaba ver la mesa vacía y por eso la tengo siempre puesta, como una especie de homenaje a su memoria. Las mesas vacías lo deprimían. Cambio el servicio una o dos veces por semana. Hay cuatro iglesias en el pueblo. Supongo que habrá oído hablar del club de campo Gorey Brook. Tiene un buen campo de golf de dieciocho hoyos, diseñado por Pete Ellison, cuatro pistas de tenis y una piscina. Espero que no sea usted judío. Son muy estrictos al respecto. Yo no tengo piscina y, francamente, es una limitación. Cuando la gente empieza a hablar de productos químicos para la piscina y esas cosas, una se siente marginada de la conversación. He pedido un presupuesto y le diré que puede instalar una en el fondo por ocho mil dólares. El mantenimiento le saldrá por unos veinticinco a la semana, y cobran unos cien por llenarla y vaciarla. Los vecinos, como ya le he dicho, son gente estupenda, aunque hay que conocerlos un poco. Harry Plutarch, que vive aquí enfrente, puede parecerle un poco raro, si no conoce su historia. Su mujer se fugó con Howie Jones. Trajo un camión de mudanzas a la casa una mañana y se lo llevó todo, excepto una silla, una cama individual y la jaula del loro. Cuando él volvió del trabajo, se encontró la casa vacía, y desde entonces vive con una silla, una cama y un loro. Aquí tiene un ejemplar del periódico de la tarde. Puede darle una idea de cómo es este lugar...

Mientras la señora Heathcup abría y cerraba puertas y tiraba de la cadena de los inodoros, el forastero, que se llamaba Hammer, sentía que su falta de interés por la casa crecía hasta convertirse en una especie de tristeza, pero la trágica y bien iluminada vivienda era espaciosa y eficiente, y la gente vivía en sitios como ése. Estaba el fantasma del pobre Heathcup, pero todas las casas tienen un fantasma.

-Creo que es lo que buscamos -dijo-. Traeré mañana a la señora Hammer, a ver qué decide ella.

Después, Hazzard lo llevó en el coche a la estación y allí lo dejó. Nadie se encarga de mantener en buen estado las salas de espera de las estaciones de cercanías, y ésta estaba destrozada. Las ventanas rotas dejaban pasar el viento de la noche. El cristal del reloj estaba astillado y las manecillas habían desaparecido. El arquitecto, muchos años antes, había diseñado el edificio con cierto sentido de la erótica y la esencia romántica de los viajes, pero todas sus invenciones habían sido desmanteladas o mutiladas, y Hammer se encontró con algo semejante a una ruina de guerra. Abrió el periódico y leyó: "El Lithgow Club celebró su cena anual, la noche del jueves, en el restaurante Harvey's. El programa comenzó con un desfile de beldades (las esposas de los miembros), seguido de una demostración de hula-hula a cargo de la señora de Leonard A. Atkinson, quien la acompañó al ukelele..."

"Diecisiete debutantes han sido presentadas en sociedad, en el club de campo Gorey Brook..."

"El señor Lewis Harwich murió a consecuencia de las quemaduras sufridas en la noche de ayer, cuando una lata de carbón para encender barbacoas hizo explosión y le prendió fuego a la ropa durante una fiesta en el jardín de su casa, en el número 23 de Redburn Circle..."

"Se prevé un incremento de las tasas escolares."

Cogió el tren de las 19.14.

01 febrero 2007

Cinco o más cosas que no sabes de Cheever (*) (**)


Mi Moleskine


- Su aspecto atildado no es casual. Cuando tenía dinero gastaba mucho en ropa. Su corbata favorita: Essie N.1

- Fue amante de Hope Lange, nominada al Oscar en 1957 por su papel en Peyton Place.

- Expelled, su primer relato anticipa The catcher in the Rye.

- Bullet Park parece estar en las novelas Elect Mr. Robinson for a Better World de Donald Antrim, El festín del amor y Saul y Patsy de Charles Baxter, Todas las familias son psicóticas y Eleanor Rigby de Douglas Coupland, Ruido de fondo de Don deLillo, Interstate de Stephen Dixon, Lunar Park de Bret Easton Ellis, Las vírgenes suicidas de Jeffrey Eugenides, El periodista deportivo, El día de la Independencia y The Lay of the Land de Richard Ford, Jernigan y Preston Falls de David Gahtt, Música para corazones incendiados y This Book Will Save Your Life de A. M. Homes, El nombre del mundo de Denis Johnson, Desde las alturas de Chang-Rae Lee, Las poseídas de Stepford de Ira Levin, La tormenta de hielo de Rick Moody y Viaje de Vuelta de Stephen Wright entre otras, así como en los relatos de Lee K. Abbott, Ann Beattie, Ethan Canin, Adam Haslett y George Saunders, y en los ensayos de Jonathan Lethem. Y en las canciones de The Arcade Fire, en películas como Donnie Darko de Richard Kelly, Blue Velvet de David Lynch, American Beauty de Sam Mendes, Magnolia de Paul Thomas Anderson, Bottle Rocket de Wess Anderson. En programas de televisión como "Mujeres desesperadas" y "A dos metros bajo tierra" y por supuesto en "The Letters of Cheever" de Seinfeld.

- Tiene un relato con mi apellido: "Vega" publicado en Harper´s (diciembre, 1949). No incluído en The Stories of John Cheever.

- Cada mañana salía un rato de casa, con un maletín que llenaba cuidadosamente de papeles, para que sus hijos pequeños pensaran que se iba a trabajar.

- Su madre murió en 1956 a los 86 años después de pronunciar una frase que parece escrita previamente por su hijo

He hecho en mi vida todo lo que me propuse hacer, mucho que ni siquiera imaginé que hacía.

mandó comprar una caja grande botellas de whisky y no murió hasta haberla vaciado. Eso contaba Cheever.

- La geometría del amor describe diagonalmente su relación con su esposa Mary

Los que nos llamamos John y Mary no nos divorciamos


- Sin novela no hay escritor: su primer intento, a mediados de los 30, The Holly Tree acabó en el cubo de la basura porque según su editorial (Simon&Schuster) era demasiado vanguardista.

- Le pagaron 75.000$ por los derechos para el cine de Falconer y 40.000$ por El ladrón de Shady Hill.

- Podría haber muerto en 1951 cuando se arrojó o lo arrojaron desde una ventana. Hay muchas versiones (varias suyas) y da para un post completo.

- Escribía sus cuentos en 2 o 3 días.

- Lo que opinaba sobre El arco iris de gravedad de Pynchon:

Supe de inmediato que sería un libro mucho más fácil de enseñar que de leer.


- El escándalo de los Wapshot fue portada en Time en marzo de 1964
Ovidio de los suburbios.


- Puede considerarse a Cheever como un antecedente directo de Jeffrey Eugenides, David Gilbert, Rick Mooody, David Gates, Charles Baxter, Ann Beattie, Denis Johnson, Lorrie Moore, David F. Wallace, Mathhew Klam, Michael Chabon, Donald Antrin, Melissa Bank, Lee K. Abbott.

(*)Todo lo anterior Fresán ya lo sabía y me lo ha ido chivando en los prólogos y epílogos a La geometría del amor, Bullet Park, y La familia Wapshot.

(**) Dedicado a Kike Ortiz que intentó colarme un meme.